Campaña publicitaria: Centrar la atención en las lagunas jurídicas para poner fin a la violencia contra las mujeres
Fecha: 08 December 2020
Las leyes y su aplicación eficaz son un pilar fundamental de la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas y de la respuesta a esta grave vulneración de los derechos humanos. Durante los 16 Días de activismo contra la violencia de género de este año, del 25 de noviembre al 10 de diciembre, con el tema general de “Pinta el mundo de naranja: ¡Financiar, responder, prevenir, recopilar!”, la campaña publicitaria The UNseen Story pone de relieve las lagunas jurídicas que deben subsanarse como una de las medidas de prevención necesarias para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, algo que desde que comenzó la pandemia es más urgente que nunca.
Si bien actualmente hay más leyes y políticas que nunca antes para abordar múltiples formas de violencia contra las mujeres, desde el matrimonio infantil hasta la violencia sexual, todavía quedan muchos problemas por solucionar: ausencia de legislación o leyes nacionales en muchos países, vacíos legales, políticas y respuestas judiciales que obvian las cuestiones de género, financiación limitada para servicios esenciales como la asistencia jurídica para sobrevivientes de violencia y sesgos profundamente arraigados en las sociedades que tienen un profundo impacto en la justicia y los sistemas jurídicos. Estas carencias dejan a las mujeres y las niñas expuestas a múltiples formas de violencia durante toda su vida. Asimismo, la violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado y las prácticas nocivas a menudo se consideran asuntos privados que son “ajenos a la justicia”. Los confinamientos, el cierre de escuelas, la incertidumbre económica y la inseguridad alimentaria causados por la pandemia de la COVID-19 han provocado un aumento alarmante de la violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado y las han puesto en situación de mayor riesgo de sufrir otras formas de violencia, como la explotación y el acoso sexuales, el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.
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Violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado
A nivel mundial, incluso antes de que comenzara la pandemia de COVID-19, una de cada tres mujeres había sido objeto de violencia física o sexual en algún momento de su vida, principalmente ejercida por su pareja. Aunque 155 de los 190 países de todo el mundo cuentan con legislación sobre violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado (en septiembre de 2019), la aplicación ineficaz de leyes, los vacíos legales, unas leyes que no hacen lo suficiente para prevenir la violencia o que permiten que los agresores queden impunes, y la falta de recursos en los sectores de la justicia y la salud son retos que existen en todo el mundo para poner fin de una vez por todas a esta lacra. Este año ha habido un alarmante aumento de denuncias de violencia en el ámbito privado por parte de millones de mujeres de todo el mundo durante los confinamientos de la pandemia. Los servicios de salud, sociales, judiciales y policiales están desbordados, y les es difícil dar respuesta a esta cuestión mientras se desvían recursos para hacer frente a la pandemia. A medida que el mundo lidia con esta crisis, queda mucho por hacer para dar prioridad a la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas en las actividades de respuesta y recuperación ante la COVID-19.
Violación conyugal
En muchas sociedades existen normas sociales profundamente arraigadas en torno al derecho sexual masculino y el consentimiento tácito de las mujeres a toda actividad sexual dentro del matrimonio. A pesar de las protestas feministas acontecidas durante el siglo XIX, hasta la década de 1970 los hombres tenían derecho legal a las relaciones sexuales dentro del matrimonio según la jurisprudencia occidental. Sin embargo, a fecha de junio de 2017, sólo 77 de 185 países contaban con legislación explícita que tipificaba como delito la violación conyugal. De los 108 países restantes, 74 tienen disposiciones para que las mujeres presenten una denuncia penal contra sus maridos por violación. Esto significa que hay 34 países (de 185) donde la violación conyugal no está tipificada como delito ni las mujeres pueden presentar una denuncia penal en caso de ser violadas por sus maridos. Además, varios países siguen manteniendo cláusulas que eximen a los autores de violaciones del enjuiciamiento si posteriormente se casan con la víctima, lo cual es muy discriminatorio y entra en conflicto con las normas de derechos humanos.
Mutilación genital femenina
Según un análisis de Equality Now, la mutilación genital femenina se sigue llevando a cabo en al menos 92 países de todo el mundo (datos de enero de 2020). De los 92 países en los que se practica la mutilación genital femenina, 51 países la han prohibido específicamente en virtud de su legislación nacional, ya sea mediante una ley concreta contra la mutilación genital femenina o prohibiendo la mutilación genital femenina mediante una disposición penal en otras leyes nacionales como el Código Penal, leyes de protección de la infancia, leyes sobre la violencia contra las mujeres o leyes sobre la violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado. Como mínimo, 200 millones de mujeres y niñas de entre 15 y 49 años de edad han sufrido la mutilación genital femenina en los 30 países en los que existen datos representativos sobre prevalencia. En gran parte de estos países, la mayoría de las niñas fueron mutiladas antes de cumplir los cinco años. Esta práctica nociva, junto con otras como los matrimonios forzados, se ha ejercido de manera todavía más clandestina durante la pandemia.
Más información
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Créditos
La campaña publicitaria The UNseen Story ha sido diseñada por MullenLowe New York con medios altruistas en los EE. UU. y el Reino Unido, intermediada por MediaHub New York en asociación con ONU Mujeres.
Imágenes
Las imágenes que se muestran se crearon a partir de escenas de la vida cotidiana de naturaleza no violenta con fines ilustrativos únicamente. Se obtuvieron a partir de imágenes de personas reales que no sufrían ningún tipo de violencia.