Prevención y resolución de conflictos
La prevención de conflictos a largo plazo exige invertir en la creación de culturas de paz y de instituciones formales e informales capaces de resolver los conflictos por vías no violentas. La participación de las mujeres puede ayudar a comprender mejor las causas de un conflicto y sus soluciones alternativas, así como impulsar medidas que den respuesta a las distintas necesidades y permitan consolidar la paz en el tiempo.
Cuando estalla un conflicto, las negociaciones y los procesos de paz formales e informales ofrecen oportunidades cruciales para restaurar el marco político y de seguridad de un país, así como su panorama socioeconómico general. Con la inclusión de las mujeres, estos procesos amplían el electorado que contribuye a la resolución del conflicto y generan una mayor apropiación social de los acuerdos de paz. Así se contribuye a garantizar que estos acuerdos no sean únicamente pactos elitistas de cortas miras, y que cuenten con el respaldo global de las naciones.
Nuestras soluciones
ONU Mujeres trabaja para lograr la participación plena y equitativa de las mujeres en las negociaciones y los procesos de paz formales e informales dirigidos a resolver conflictos. Nuestra organización actúa en distintos ámbitos, entre ellos, la sensibilización, el desarrollo de las aptitudes de mediación y negociación de las mujeres y la promoción de políticas y programas sensibles al género.
Equipadas con aptitudes de mediación para la paz y conocimientos sobre las garantías internacionales de derechos humanos, gracias a ONU Mujeres, y aportando sus profundos conocimientos de los principios del Islam, las organizaciones de mujeres musulmanas de Mindanao (Filipinas) se reunieron en 2011 por primera vez con representantes del Frente Moro de Liberación Islámica. En los encuentros, debatieron sobre la inclusión de disposiciones relativas a las mujeres en los proyectos de acuerdos de paz con el fin de resolver uno de los conflictos más prolongados del mundo, que ya duraba casi cuatro décadas. A lo largo del diálogo, el Frente dio un paso sin precedentes: nombró a dos mujeres para el grupo de paz que media en las conversaciones con el Gobierno de Filipinas. Otras dos mujeres musulmanas se incorporaron al equipo de negociación del Gobierno, una de las cuales era la directora de su dependencia jurídica. A finales de 2012 se firmó un acuerdo histórico. Sus disposiciones incluyen garantías del derecho de la mujer a participar en la vida política y a disfrutar de protección frente a cualquier forma de violencia.
En Kirguistán, ONU Mujeres utiliza la ayuda que recibe del Fondo para la Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas para prestar asistencia a los comités de paz constituidos por mujeres (redes de activistas que utilizan la diplomacia, el diálogo y la mediación) con el fin de comprometer a las mujeres en las labores de reconstrucción y consolidación de la paz en la región meridional del país. Estos comités vigilan de forma continua las violaciones de los derechos de las mujeres y los riesgos de que se produzcan conflictos. En uno de los casos llevaron a cabo campañas informativas a través de las cadenas de televisión locales para evitar la difusión de rumores relacionados con la distribución de viviendas y las tensiones que, de no ser así, se habrían desencadenado. Este tipo de diálogos fomentan la tolerancia y apoyan un objetivo más amplio: el de la reconciliación nacional.
Como resultado de los cursos de mediación patrocinados por ONU Mujeres en África Occidental, las y los participantes de Senegal crearon la Sala sobre la Situación Electoral de las Mujeres, de cara a las elecciones presidenciales que se iban a celebrar a principios de 2012. La Sala sirvió para alertar de forma temprana sobre los casos de violencia relacionados con las elecciones y para proteger a las mujeres, tanto durante la campaña electoral como durante las votaciones. En la crisis que sufrió Malí en abril de 2012, las líderes capacitadas por ONU Mujeres participaron en el diálogo sobre estabilización política que tuvo lugar en Uagadugú y lograron que la declaración final de dicho diálogo mencionara la violencia de género.
En los procesos de mediación liderados por las Naciones Unidas, ONU Mujeres ofrece su experiencia a los gobiernos, las organizaciones de las Naciones Unidas y los grupos de la sociedad civil para fomentar el liderazgo de las mujeres. En 2011 se impartió capacitación sobre técnicas de mediación, negociación y promoción a más de 200 expertas en paz y seguridad de 25 países. Gracias a la colaboración de nuestra organización con el Departamento de Asuntos Políticos de las Naciones Unidas, el número de mujeres incluidas en la lista de expertas/os mediadoras/es de las Naciones Unidas ha aumentado hasta situarse en un 36 por ciento en la actualidad. De este modo se garantizó que las/os mediadoras/es y las partes en los recientes procesos de negociación sobre Darfur y Somalia dispusieran de conocimientos especializados en materia de género.
En el marco de la Red Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre Acción Preventiva, ONU Mujeres colabora con los equipos de las Naciones Unidas en los países para crear conciencia sobre la contribución de las mujeres a la prevención de conflictos nacionales y comunitarios, incluso a través del intercambio de conocimientos para informar los mecanismos de alerta temprana. Cuando Malawi se vio amenazado por un conflicto en 2011, ONU Mujeres ayudó a mejorar la cohesión social en el seno de las comunidades y entre los diferentes grupos sociales, utilizando técnicas de diálogo y negociación.