Los Centros Oasis de Jordania ayudan a las mujeres a salir de la pobreza y conquistar su independencia económica

Azhar Riyati, una mujer jordana que tiene seis hijas e hijos, relata que, cuando se unió al programa Centro Oasis de ONU Mujeres, “temía no poder hacer un buen trabajo” mientras atendía todos sus compromisos familiares.

Pero, por suerte, descubrió que “interactuar con el personal y con participantes de distintas edades y procedencias me ayudó a disfrutar de la experiencia, superar mis miedos, familiarizarme con el equipamiento y ser más flexible en mi trato con otras personas”.

Riyati, que nunca había trabajado fuera de casa, ahora da clases en uno de los centros del programa. Además, lo que aprendió sobre corte y confección durante el proyecto le ha servido para conseguir una fuente de ingresos y mejorar su confianza en sí misma.

Los Centros Oasis de Jordania ayudan a las mujeres a salir de la pobreza y conquistar su independencia económica

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Azhar Riyati, una mujer jordana que tiene seis hijas e hijos, trabaja ahora como formadora en una de las instalaciones del Centro Oasis.
Azhar Riyati, una mujer jordana que tiene seis hijas e hijos, trabaja ahora como formadora en una de las instalaciones del Centro Oasis. Foto: ONU Mujeres.

Desde su creación en 2012, los Centros Oasis han atendido a más de 30.000 participantes, sobre todo a refugiadas sirias y a mujeres vulnerables jordanas y a sus familias. El programa gestiona 18 centros en Jordania en colaboración con el Ministerio de Desarrollo Social, y otras cuatro instalaciones adicionales en los campamentos de personas refugiadas de Za’atari y Azraq.

“Los Centros Oasis ofrecen un espacio seguro en el que las mujeres hablan de sus preocupaciones y aprenden estrategias de gestión positivas”, explica Hadeel Qunaibi, oficial de protección en Oasis. “Es mucho más que organizar talleres; se trata de integración en la comunidad, de crear una sensación de mujeres empoderadas y con capacidad para hacer frente a las responsabilidades.”

El programa Oasis recibe apoyo del Fondo Fiduciario Regional de la Unión Europea en Respuesta a la Crisis Siria, conocido también como Fondo Madad, del Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio de Australia y de los Gobiernos de Canadá, Finlandia, Francia, Islandia e Italia. El objetivo de los centros repartidos por toda Jordania es empoderar a las mujeres y promover la cohesión de la comunidad a través de un espacio en el que las refugiadas sirias y las mujeres jordanas pueden conocerse y aprender nuevas y valiosas habilidades.

En 2023, 1.624 mujeres y 142 hombres participaron directamente en actividades de “efectivo por trabajo” en el marco del proyecto Oasis. Entre las personas beneficiarias, 589 mujeres —454 jordanas y 135 sirias— también completaron el programa de capacitación empresarial del centro. De acuerdo con un informe elaborado por la organización Educación para el Empleo en Jordania, socia de ONU Mujeres, alrededor del 70 por ciento de esas mujeres inició un proyecto empresarial después de acabar los cursos.

“En el plano profesional, desarrollé múltiples habilidades y percibí una remuneración estable durante todo el curso”, asegura Layal Al-Khalaf, una mujer siria de 37 años que tiene cinco hijas e hijos. “Pude contribuir al sustento de la familia, lo que me hizo sentir orgullosa. Lo que aprendí me permitirá empezar un negocio y seguir generando ingresos para mantener a mi familia.”

 

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Mariam Al-Gharableh, una mujer jordana viuda que tiene cuatro hijas e hijos, asistió a un Centro Oasis en la ciudad costera de Aqaba.
Mariam Al-Gharableh, una mujer jordana viuda que tiene cuatro hijas e hijos, asistió a un Centro Oasis en la ciudad costera de Aqaba. Foto: ONU Mujeres.

Al-Khalaf asistió a los talleres en el Centro Oasis del campamento de personas refugiadas de Za’atari y, además de mejorar su capacitación práctica, trabajó como recepcionista del centro.

“Relacionarme con otras mujeres en el centro resultó increíblemente enriquecedor ya que la procedencia y las perspectivas de cada una eran diferentes”, añade. “Éramos como una gran familia y siempre nos apoyábamos unas a otras.”

“He recomendado el programa a muchas mujeres que conozco, para que puedan beneficiarse tanto como yo lo hice”, apunta Mariam Al-Gharableh, una mujer jordana viuda y madre de cuatro hijas e hijos. Desde que asistió al Centro Oasis de la ciudad costera de Aqaba, ha puesto a prueba sus nuevas habilidades para ampliar su pequeño negocio de fabricación y venta de jabones, perfumes y bolsos.

Riyati se hace eco de ese consejo y anima a las mujeres a “superar sus miedos y salir de su zona de confort.”

“Recomiendo a las amas de casa que se formen, que aprendan siempre cosas nuevas e intenten abrir sus propios negocios”, afirma. “Eso cambiará su percepción de la vida y la forma en la que ven las cosas.”